El sector agrícola ganadero viene sufriendo grandes transformaciones motivadas por el aumento en los costos de producción y mercadeo más competitivo exigiendo aumento en la productividad de la actividad, calidad y rentabilidad, sin comprometer el medio ambiente.

El sistema de Integración Agrícola-Ganadero (ILP) constituye una excelente herramienta para lograr la sinergia entre la producción agrícola-animal y calidad ambiental en la Región Este de Bolivia. Este sistema se enfoca en la diversificación del uso de las tierras con los componentes del sistema productivo a fin de lograr mayor productividad y mejorías en las condiciones físicas, químicas y biológicas del suelo.

El sistema ILP está referido a una asociación entre los cultivos agrícolas y la producción animal, que se realiza con diferentes propósitos y en las más diversas condiciones en muchos lugares del mundo. Entre las estrategias para su aplicación en el campo están: la diversificación de actividades, el consorcio cultivo-pastos, la rotación y la sucesión de especies vegetables y animales dentro de sistemas de producción. De manera similar para los agricultores de la Región Este, así como de otros lugares, la entrada del componente animal en el sistema no causa problemas para la producción de granos porque no hay perjuicios a los atributos físicos, químicos y biológicos del suelo cuando se mantiene la carga animal adecuada.

Entonces, ¿qué es lo que compromete la sustentabilidad de la producción animal? La respuesta es la degradación de pasturas, factor considerado en la actualidad como el más importante, siendo un proceso dinámico para el estancamiento de la productividad.

Los sistemas agrícolas tradicionales de cultivos anuales, con excesiva preparación del suelo o con cultivos continuos sin rotación, han perjudicado la calidad física y química del suelo. También han generado un incremento de los problemas de plagas, malezas y enfermedades, problemas que se contrarrestan con la utilización de tecnologías importantes como el sistema de siembra directa, que contempla no solo la preparación mínima del suelo, sino además la práctica de rotación de cultivos.

A través del tiempo, la utilización de cultivos agrícolas y pasturas ha sido una práctica cultural en los procesos de recuperación y renovación de pasturas cultivadas. La conducción eventual de estas actividades por el productor puede constituir una estrategia para disminuir los costos y retornar rápidamente a su actividad principal de producción animal. Sin embargo, recientemente ha crecido una alternativa diferenciada y muy eficiente de mantenimiento de la productividad y de recuperación de pasturas mediante la implementación del sistema ILP, donde la introducción de cultivos no es eventual pero sí es una parte integrante de un sistema de producción de granos y de producción animal que interactúa y se completa biológica y económicamente.

Este sistema permite el uso más eficiente de los insumos, maquinarias y mano de obra en la propiedad, además de diversificar la producción y el flujo de caja de los productores. Evidentemente, algunos requisitos son necesarios para implementar el sistema, tales como: máquinas e implementos agrícolas más diversificados, infraestructura, mano de obra calificada, dominio de la tecnología y conocimiento del mercado agroganadero.
 

El Sistema Integrado de Producción Agrícola Ganadero resultó ser la solución tecnológica más eficiente para la recuperación de extensas áreas cultivo en la Región Este de Bolivia.

El ILP permite sistemas de exploración en esquemas de rotación donde se alternan años o períodos de ganadería con la producción de granos en una misma área. Para el ganadero las ventajas son la mejoría de las condiciones de baja fertilidad del suelo debido a utilización de los residuos del fertilizante de los cultivos por las pasturas, recuperación de pastos degradados y aumento de la oferta de forraje en especial en el periodo de sequía.

Desde el punto de vista de la agricultura, los sistemas de integración pueden traer varios beneficios, porque el monocultivo y prácticas culturales inadecuadas han causado un estancamiento en la productividad, degradación de los suelos y de los recursos naturales. En estos sistemas la utilización de residuos de cultivos en la alimentación de animales también es una práctica frecuente en varias regiones.

Acerca de la perspectiva de las propiedades físicas y químicas del suelo, en estos sistemas de ILP se presenta una mejoría en la fertilidad por el ciclaje de los nutrientes y la eficiencia en el uso de fertilizantes, en función de las diferentes necesidades de los cultivos en rotación.
 



El cultivo en consorcio de plantas productoras de granos con forrajeras es una de las alternativas más adoptadas entre los productores de las regiones con invierno seco en Brasil. El consorcio de maíz, sorgo, girasol y otros con especies forrajeras ha demostrado ser una importante alternativa para mantener el cultivo de rendimiento económico al aumentar el aporte de residuos en la superficie del suelo y de nutrientes, así como por proporcionar un mayor retorno económico en la sucesión soya-cultivo de invierno.

La formación y mantenimiento de cobertura muerta (rastrojo) en la Región Este son algunos de los principales obstáculos encontrados para el establecimiento del sistema de siembra directa. El clima seco, el mal manejo de las pasturas y condiciones adversas de los suelos provocan un bajo porcentaje de materia orgánica, incidiendo aún más en el estancamiento de la productividad de cultivos de verano.

La elección de la especie ideal, la definición de fecha correcta de siembra, la utilización de semillas de calidad y los manejos correctos son factores que proporcionan ganancia de masa seca y aportan viabilidad a los sistemas agrícolas.

Estudios de evaluación socioeconómicos necesitan incorporar metodologías que consideren la contabilidad ambiental en los sistemas integrados, como una alternativa para la recuperación de extensas áreas degradadas en esta parte del territorio boliviano. Su adopción en mayor número podría ayudar a evitar la apertura de nuevas áreas de frontera.

El sistema de Integración Agrícola Ganadero permite la intensificación y el aumento de la eficiencia en la utilización de la tierra, proporcionando mayores producciones en menor tiempo y en menor área. Además de incidir en la disminución de tasas de emisiones de gases de efecto invernadero por unidad de producto.